Los tres activistas tibetanos pusieron fin a su huelga de hambre frente a la sede de las Naciones Unidas sobre el 30 º día de su ayuno, después de que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos se comprometió a asumir sus demandas sobre la asignación de un comité de investigación especial para examinar la actual crisis en el Tíbet .
Dos altos funcionarios de la ONU cruzaron la calle el jueves para entregar una carta de garantía de los derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, al jefe de los huelguistas de hambre Shingza Rinpoche y Tenzing Yeshi.
Después de leer la carta de las Naciones Unidas, los huelguistas dijeron que estaban dispuestos a «suspender indefinidamente» su mes de ayuno.
El tercer huelguista de hambre, Dorjee Gyalpo, que fue retenido por la fuerza por el cuerpo médico y funcionarios de seguridad en un hospital el lunes, pero habría continuaron con el ayuno, también acepta las garantías de la ONU.
La carta de la abogada de la ONU Pillay, «había asignado a los investigadores especiales de las Naciones Unidas para examinar la situación en el Tíbet», dijo el organizador de la protesta Tsewang Rigzin a los periodistas.
Agregó que las Naciones Unidas han contactado con el gobierno chino en varias ocasiones acerca de las delegaciones que entran en el Tíbet.
«Navi Pillay, tiene una invitación abierta a China y la ONU está trabajando en la finalización de una fecha para el viaje», dijo el presidente del Congreso Juvenil Tibetano, la asociación más grande del Tíbet a favor de la independencia en el exilio.
Los tres huelguistas de hambre comenzaron su ayuno por tiempo indefinido el 22 de febrero, el primer día del Año Nuevo Tibetano, exigiendo una inmediata intervención de la ONU en la crisis actual en el Tíbet.
Ha habido 30 casos conocidos de auto-inmolaciones en el Tíbet desde 2009 y un reciente aumento en las protestas masivas que ha dejado decenas de tibetanos muertos y muchos heridos y detenidos.
Richard Bennett, Asesor Especial del Secretario General Adjunto para los Derechos Humanos, ha hablado con los periodistas tras la entrega de la carta dijo que la ONU estaba «aliviada» de que los huelguistas aceptaran las garantías.
«La carta está dirigida a los tres huelguistas de hambre, y se han puesto de acuerdo para poner fin a su ayuno», dijo Bennett, sin discutir el contenido de la carta.
«Creo que toda persona tiene derecho a la protesta pacífica. Pero también estamos aliviados de que esta protesta en particular ha concluido», añadió Bennett.
Rigzin llamóa las garantías de la ONU «una pequeña victoria» en la que los tibetanos seguirán luchando.
«Esta es una victoria que nosotros, el pueblo tibetano se basará en el futuro», dijo Rigzin. «Vamos a seguir para llamar a las puertas de la ONU hasta que el Tíbet recupere su independencia y hasta Su Santidad el Dalai Lama regrese a Tíbet, donde pertenece.»
(Fuente: Phayul)
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